Oceanía conquista a los viajeros con su naturaleza espectacular, desde la Gran Barrera de Coral australiana hasta los paisajes cinematográficos de Nueva Zelanda y los idílicos atolones de la Polinesia.

Este vasto territorio, dominado por el Océano Pacífico, presenta una gran diversidad climática. Australia abarca múltiples zonas, con un norte tropical (mejor visitar en la estación seca, mayo-octubre) y un sur con cuatro estaciones definidas. Nueva Zelanda brilla especialmente en verano austral (diciembre-febrero) aunque la primavera y el otoño ofrecen paisajes espectaculares con menos turistas. Las islas del Pacífico disfrutan de clima tropical durante todo el año, con una estación más húmeda (noviembre-abril) donde pueden producirse ciclones. La gran distancia desde Europa hace especialmente importante planificar cuidadosamente para maximizar esta experiencia única.

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