El Medio Oriente fascina con su extraordinaria herencia histórica, impresionantes paisajes desérticos y una hospitalidad legendaria.

Esta región, cuna de antiguas civilizaciones y tres grandes religiones monoteístas, combina tradición milenaria con sorprendente modernidad en destinos como Dubai o Doha. El factor climático más determinante es el calor extremo que domina los meses estivales (junio-septiembre), con temperaturas que frecuentemente superan los 40°C, haciendo desaconsejables las visitas en esta época. La primavera (marzo-mayo) y el otoño (octubre-noviembre) ofrecen condiciones ideales con temperaturas agradables para explorar tanto los sitios arqueológicos de Egipto y Jordania, como zonas desérticas. Los inviernos son suaves y placenteros, especialmente en países del Golfo Pérsico, convirtiéndose en temporada alta para el turismo.

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