Elegir cuándo viajar a Papúa Nueva Guinea requiere considerar un clima tropical con dos estaciones principales: la húmeda y la seca, que varían ligeramente según la región. La mejor época para visitar este fascinante país es durante la temporada seca (mayo-octubre), especialmente entre mayo y julio, cuando las precipitaciones son menores y las temperaturas agradables en la mayoría de las regiones.
Port Moresby y la región costera sur presentan un clima tropical con una estación húmeda claramente definida. Entre diciembre y marzo, las lluvias son frecuentes e intensas, con alto nivel de humedad que puede resultar agobiante. La temporada seca, de mayo a octubre, ofrece condiciones más favorables para explorar la capital y sus alrededores, con temperaturas que oscilan entre 24°C y 31°C durante todo el año. Port Moresby celebra el Festival Hiri Moale en septiembre, una excelente oportunidad para conocer las tradiciones culturales de la región.
Por otro lado, los Highlands, con ciudades como Mount Hagen y Goroka, disfrutan de un clima más templado debido a su elevada altitud (entre 1.500 y 2.500 metros). Las temperaturas diurnas rondan los agradables 24-26°C durante todo el año, pero las noches pueden ser frescas, especialmente entre junio y agosto, cuando pueden descender hasta los 10°C. Esta región experimenta lluvias durante todo el año, aunque con menor intensidad entre mayo y octubre. La temporada ideal para visitar los Highlands coincide con los famosos festivales tribales: el Mount Hagen Show en agosto y el Goroka Show en septiembre, donde miles de miembros de diferentes tribus se reúnen para exhibir sus coloridos atuendos, danzas y rituales ancestrales.
Las islas periféricas como Nueva Bretaña, Nueva Irlanda y Bougainville ofrecen un clima tropical cálido y húmedo durante todo el año. Las mejores condiciones para el buceo y el snorkel en sus espectaculares arrecifes de coral se dan entre mayo y noviembre, cuando la visibilidad submarina es excelente debido a la menor cantidad de lluvias. Visitar estas islas entre diciembre y abril puede resultar complicado por las fuertes precipitaciones que a veces provocan inundaciones y dificultan el transporte.
El acceso a muchas regiones rurales y remotas puede complicarse considerablemente durante la temporada de lluvias, cuando algunos caminos se vuelven intransitables. Los meses entre mayo y julio representan el equilibrio perfecto entre clima seco y naturaleza exuberante, permitiendo disfrutar de los paisajes verdaderamente verdes sin las complicaciones de las lluvias torrenciales.